¿Cuánto de lo que conocemos está acertado? ¿errado? Nada. Aprendemos lo que parecen inequívocas relaciones repetidas a lo largo del tiempo, pero ¿Puedo asegurar que dicha relación estará dada de ese modo para todos los eventos posibles? No. Aprender no es Verdad, verdad es nuestro sentido que nos hace humanos. Verdad es comprender que lo racional no puede explicar al mundo, los sentimientos tampoco, los sentidos tampoco.

Intuir no se aprende, implica pensar antes de actuar y actuar sintiendo, pensando en lo demás.

Si me quedara sólo con pensar, no podría actuar. Si sintiera sin actuar, no podría pensar.

¿Qué es lo que no nos permite actuar? Por qué no tendría yo que hacerlo, esperar al otro hacerlo por mí.

El día en que enseñaron los deberes al mundo mataron la creatividad, mataron nuestro sentido de cuando otro no puede poderlo ayudar. Las tareas obligadas conducen al vicio de esperar el éxito o fracaso del otro. El bien común está muerto. Coopero con mis ganas, no con mi presencia.

Han matado lo que nos hacía humanos, trabajando como máquinas sin rumbo en un sistema rumbo al colapso. Cada mañana veo el fracaso, nadie interfiere, es deber de otro.