Mis oídos taponeados,
es probable,
que me impidan hablar lo fuerte que es necesario.
Hablo y escucho mi voz cacofónica
rebotar de un oído al otro
a través del cerebro.
Me escucho muy bien,
pregunto si tu también lo haces
Una cuerda vibra entre mis ojos y oídos al cerebro,
una cuerda intento lanzar
y que vibre en tus oídos a través del aire.
Las cuerdas del vacío poco intentan escucharme,
una a una las corto,
un pedazo y otro.
¿Las escuchas crujir al partirse?
Recojo retazos de cuerda y los lanzo a través del aire.
Recojo pedazos de cuerda
a través del esponjoso oído.
Pequeñas motas de algodón salen al aire.
Una a una las cuerdas se sueltan,
dejo de escucharme.
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